El invierno es la mejor época para observar los límites del horizonte desde nuestra cordillera. Especialmente, después de un temporal de frío y viento en el que la atmósfera se limpia permitiendo ver los límites de ambas mesetas. Por supuesto, vemos Madrid y Segovia. Pero también la Sierra de Gredos, los Montes de Toledo, el Sistema Ibérico e incluso la Cordillera Cantábrica.
La vertiente segoviana de los Siete Picos permanece más blanca que la madrileña debido a que es cara norte y recibe menos insolación. A su izquierda, la carretera que sube al Puerto de Navacerrada, en donde podemos ver las pistas de esquí del Escaparate y el Telégrafo. Justo detrás del Puerto podemos ver parte del pueblo de Guadarrama a los pies del monte Abantos. A su izquierda, en la línea del horizonte, los Montes de Toledo, al otro lado del Valle del Tajo a unos 150 km de distancia.
Seguramente muchos habéis reconocido a la primera la estación de Valdesquí. Lo que quizás no ha sido tan fácil de ver es la cima de la Maliciosa, justo detrás de Valdemartín.
En la parte inferior de la foto, la carretera de Cotos y el canchal con forma de corazón.
Con la ayuda del zoom de nuestra cámara, no parece que Segovia esté tan lejos.
En el primer plano tenemos las laderas cimeras de Peña Citores. En la parte central de la foto, el Cerro Minguete y el Montón de Trigo. A su izquierda, el Puerto de la Fuenfría.
Al fondo, la Sierra de Gredos, a unos 130 km de distancia.
Desde el Risco de Claveles se puede contemplar el Valle del Río Lozoya. A la izquierda, la línea de los Montes Carpetanos, finalizando en el Pico del Nevero, justo a la izquierda del Puerto de Navafría. Al fondo, el Pico del Lobo en la Sierra de Ayllón.
Basta afinar un poco la vista para ver una delgada línea blanca tras los Montes Carpetanos (horizonte a la izquierda de la foto) para ver el Sistema Ibérico (Soria, Burgos). En la siguiente foto ampliamos para ver algunos detalles.
Desde la distancia se aprecia perfectamente la silueta del circo glaciar de Hoyo Borrascoso, en los Montes Carpetanos.
Desde la cima de Peñalara podemos ver la silueta blanca del Sistema Ibérico hacia el noreste. Concretamente la Sierra de la Demanda a unos 170 km, pero también el macizo del Urbión, Sierra Cebollera, la Sierra de Neila, o su pico más alto, el Moncayo.
No hace falta tirar de imaginación para ver la nieve de la Montaña Palentina, en la Cordillera Cantábrica. Nos separan unos 250 km aproximadamente hasta el Espigüete, en el centro de la imagen.
Es llamativo el contraste entre las suaves laderas de Valdesquí y los escarpados corredores del Pico de Claveles. En el horizonte, los Montes de Toledo.