Risas, experimentos, juegos de equilibrio…Niños y mayores se lo han pasado en grande gracias a esta original propuesta que aúna la magia circense con el mundo científico.
El Centro Cultural Luis Rosales se llenó de pequeños acompañados por sus padres, que no perdieron detalle de las explicaciones adaptadas a este particular público.
De la mano de Aurora Ribosoma y Armando Neutrino, los asistentes han conocido algunos conceptos científicos básicos: las reacciones entre ácidos y bases, fórmulas químicas o cómo unir elementos con distintas propiedades. Incluso algunos voluntarios, seleccionados entre el público, “trabajaron” como si de un equipo de investigación se tratase.
Algunos experimentos consistieron en cómo introducir un huevo cocido en una pipeta, cómo crear una masa morada con jugo de lombarda, o hacer estallar tapones; todo siempre de forma controlada y bajo un halo de humor circense.
Durante toda la actuación se intercalaron las divertidas pruebas científicas con puestas en escena de malabares y música acompañada por números de equilibrio y gimnasia.
El punto final lo puso el homenaje a los ratones, animal con el que se suele experimentar en los laboratorios y al que “Circonciencia” dedicó una danza al son de “El lago de los cisnes”. El número arrancó el aplauso de un público de todas las edades.