Una vez pasadas las fiestas en honor a la Virgen de la Natividad de Nuestra Señora, Cercedilla vuelve a tener cita de altura en el calendario .

El próximo 12 de septiembre, la localidad espera un aluvión de visitantes con motivo de la llegada de la penúltima etapa de la vuelta ciclista. El pelotón pasará primero por la Plaza Mayor rumbo al Puerto de Navacerrada. Tras recorrer cuatro puertos de montaña, los corredores volverán a Cercedilla dónde estará instalada la meta.

La caravana saldrá de San Lorenzo del Escorial y tras recorrer 175,8 kilómetros por la Sierra de Madrid , hará su entrada en Cercedilla.

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Logo-PDF Desde aquí puede descargar e imprimir el gráfico de horarios.

Será sin duda un día grande para Cercedilla, cuyo nombre y paisaje viajarán por todo el mundo gracias a las cámaras de televisión, que tienen previsto retransmitir en directo la etapa completa .

El alcalde de Cercedilla, Luis Miguel Peña, ha aprovechado la ocasión para dar a conocer el municipio serrano con unas palabras que ha escrito en el libro de ruta de la carrera.

» Para los amantes del ciclismo, Cercedilla es algo más que el comienzo de las duras rampas del mítico Puerto de Navacerrada; es un  lugar idóneo para respirar y tomar fuerzas; un punto de partida y de llegada.

En cualquier época del año, cuenta con una interesante oferta de ocio y aventura donde las actividades de montaña y naturaleza se revalorizan en la dimensión humana y cultural de que le han dotado los siglos. Cicatrices de nuestro pasado y testigos de viejas glorias, se conservan en sus rincones y han trazado sus veredas.

 Cercedilla es un lugar para buscadores de tesoros. Para quien se complace con una observación profunda y una mirada amplia. Para quien después de la primera buena impresión del recién llegado, todavía espera más por descubrir.

Pasear por su Calzada Romana para revivir la historia en la dimensión real de nuestro esfuerzo al caminar. Leer poesía en el entorno que emocionó a tantos poetas, agrandando la hondura de las palabras en las líneas de su horizonte. Impregnar la retina en las luces de paisajes que fascinaron a grandes pintores. Sentir el alma libre y dejarnos aleccionar por todo a nuestro alrededor como hicieron en este entorno pedagogos y filósofos.

A Cercedilla le viene bien el nombre de meta. Más: Es  un lugar para quedarse, para recordar, para volver siempre.»