La lluvia no ha podido con la cita más esperada y entrañable de la Navidad, la Cabalgata de Reyes. La llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar ha llenado de sonrisas e ilusión las caras de los más pequeños.
Los Reyes Magos junto a sus pajes reales tras su llegada a Cercedilla.
A pesar de que el tiempo no acompañaba, sus Majestades, procedentes del lejano oriente, han llegado puntuales a su cita con los niños de Cercedilla.
El desfile real, ha partido de la Biblioteca municipal y ha discurrido por la calle Mayor hasta llegar a la Plaza Mayor dónde esperaban un gran número de impacientes pequeños y mayores.
Los Reyes se han trasladado en carrozas cargadas de regalos.
Durante su recorrido, los Reyes Magos han repartido caramelos y han recogido alguna carta de última hora antes de la gran noche mágica. Les han acompañado los pajes reales, el rey Herodes y su séquito de romanos, el cartero real y unos traviesos personajes de cuento.
Distintos personajes han acompañado al séquito real.
La música de Discotritón y el reparto de palomitas han animado la llegada de la Cabalgata junto al Ayuntamiento, dónde el cortejo real ha sido recibido por un belén viviente. Tras depositar el oro, el incienso y la mirra, sus Majestades han subido al balcón del Consistorio.
Un belén viviente esperaba a sus Majestades en los soportales del Ayuntamiento.
El Rey Melchor ha tomado la palabra para agradecer la cálida acogida de los vecinos de Cercedilla y para pedir que nunca se acabe la magia y la ilusión de una noche como esta.
A pesar de que el tiempo no ha acompañado muchos vecinos de Cercedilla no han querido perderse la Cabalgata de la ilusión.
A continuación han lanzado desde el balcón decenas de pelotas y peluches para los niños. Los fuegos artificiales ha cerrado la noche más mágica del año.